Son muchos los expertos que determinan la altitud como uno de los elementos clave para elaborar vinos con calidad y personalidad. La altitud proporciona mayor aireación y radiación solar a la uva, así como una mayor amplitud térmica entre el día y la noche. En estas condiciones la maduración de la uva se desarrolla de forma lenta y progresiva potenciando la acumulación de aromas y sabores en el fruto logrando vinos más frescos y vivos, con aromas más intensos, y una mayor complejidad en boca. La bodega más alta del planeta es Colomé, en Salta (Argentina), posee el viñedo más…
Bosque de Matasnos (BMA) y la Ribera del Duero Alta, vinos de altura
